Cómo los alimentos probióticos influyen en tu salud mental

Hoy te contaremos qué es el eje cerebro-intestino-microbiota y qué impacto tiene el consumo de alimentos probióticos en él. Probablemente en tu vida cotidiana has oído expresiones como “mariposas en el estómago” o “guatita llena, corazón contento”. Esto tiene que ver con que, continuamente, nuestro cerebro está recibiendo señales de una fuente no siempre reconocida: el sistema digestivo.

¿De qué se trata?

La microbiota es la comunidad de microorganismos con los que literalmente compartimos nuestro espacio corporal. Por cada célula de nuestro cuerpo tenemos más de 10 células huésped. La mayoría de ellas viven en el intestino, que contiene trillones de microorganismos, con una cantidad de genes que equivale casi a 100 veces la nuestra.

El concepto de eje intestino-cerebro-microbiota empezó a atraer el interés de los investigadores en 2004. En ese momento un grupo de científicos descubrió que los ratones sin microbiota intestinal tenían una respuesta exagerada al estrés. Otros estudios con estos animales no sólo reforzaron esta afirmación, sino que también la idea de que el eje intestino-cerebro se extiende más allá hacia lo hormonal, neural e inmune.

Investigación en alimentos probióticos.
Foto de Polina Tankilevitch en Pexels

¿Qué han encontrado los científicos?

La comunicación entre el sistema nervioso y la microbiota intestinal ha sido un tema de gran interés en los últimos años. Se ha observado que la flora intestinal es capaz de producir hormonas, neurotransmisores y factores inmunológicos, esenciales para regular la digestión y función del sistema digestivo.

Entonces, cambios en la composición de esta flora debido a la dieta, enfermedad o uso de medicamentos probablemente tengan una repercusión en la función cerebral. El hambre y la saciedad tienen una representación en el cerebro, por lo que la presencia de comida y el tipo de ella también afectan la composición y actividad de la microbiota intestinal.

De la misma manera, situaciones demasiado estresantes mentalmente o condiciones crónicas activan mecanismos hormonales relacionados con la respuesta al estrés. Esto causa cambios en la flora intestinal, y probablemente otras alteraciones a mayor escala. Por eso se dice que es una comunicación bidireccional.

Por otra parte, estudios han encontrado relaciones entre la flora intestinal y enfermedades, tanto dentro como fuera del sistema digestivo. La inflamación de estos tejidos y la desregulación de la microbiota aparentemente pueden ser causa de depresión y ansiedad, ambas condiciones prevalentes en nuestra sociedad actualmente. Recientemente, se ha encontrado también una relación entre la flora intestinal y otros desórdenes del sistema nervioso central, como el Parkinson o el autismo.

Kombucha, uno de varios alimentos probióticos.
Foto de Geraud pfeiffer en Pexels

El rol de los alimentos probióticos

Un funcionamiento saludable del sistema digestivo está asociado al funcionamiento normal del sistema nervioso central. Y los probióticos tienen la capacidad de reestablecer el balance microbiano normal. Por este motivo cumplirían un rol muy importante en el tratamiento y prevención de diversas enfermedades.

Los probióticos se definen como organismos vivos que, cuando se administran en las cantidades adecuadas, entregan beneficios para la salud del hospedador. Algunos tipos se han usado para tratar desórdenes gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable. También se ha estudiado su capacidad para alterar las respuestas al dolor visceral, y se ha reportado la influencia que tienen en el sistema nervioso central.

Durante la última década los estudios sobre este tema han aumentado, y se ha encontrado que los cambios causados por los probióticos están en el área de los desórdenes psiquiátricos y las habilidades de memoria.

Los mecanismos por los que esto ocurre aún se investigan. Aparentemente, tiene que ver con la producción de sustancias como hormonas y neurotransmisores, también con la interacción con algunos nervios, la relación con el sistema inmune y la inflamación.

Lo que sí se conoce son los beneficios que tienen estos alimentos para la salud y cada cuánto se sugiere ingerirlos. Y tú ¿Consumes alimentos probióticos? ¿Cuáles son tus favoritos y cómo los añades a tu dieta? ¡Cuéntanos!

Referencias

  • Clapp, M.; Aurora, N.; Herrera, L.; Bhatia, M.; Wilen, E.; Wakefield, S. (2017). Gut Microbiota’s Effect on Mental Health: The Gut-Brain Axis. Clin. Pract.7, 131-136. https://doi.org/10.4081/cp.2017.987
  • Sudo, N., Chida, Y., Aiba, Y., Sonoda, J., Oyama, N., Yu, X. N., Kubo, C., & Koga, Y. (2004). Postnatal microbial colonization programs the hypothalamic-pituitary-adrenal system for stress response in mice. The Journal of physiology558(Pt 1), 263–275. https://doi.org/10.1113/jphysiol.2004.063388
  • Wang, H., Lee, I. S., Braun, C., & Enck, P. (2016). Effect of Probiotics on Central Nervous System Functions in Animals and Humans: A Systematic Review. Journal of neurogastroenterology and motility22(4), 589–605. https://doi.org/10.5056/jnm16018

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