Trucos para ser mejor fermentista de los búlgaros de leche

Los búlgaros de leche están entre los fermentados más fáciles de preparar, y por el mismo motivo son la primera elección de muchos fermentistas principiantes. Si eres uno de ell@s, o simplemente buscas consejos para mejorar tu técnica de fermentación, esta nota es para ti.

Fermenta por el tiempo justo

Hay diversos factores que afectan la velocidad de la fermentación. La temperatura ambiental y la proporción entre búlgaros y leche son algunos de ellos. En esta nota puedes encontrar una tabla para guiarte. Usualmente el tiempo adecuado fluctúa entre 12 y 24 horas, pero todos los cultivos son distintos: ¡observa el tuyo!

Revuelve tu cultivo

Dependiendo de la forma y cantidad de los búlgaros de leche, puede ocurrir que se vayan al fondo del frasco de cultivo. Recomendamos revolverlos para que la fermentación sea homogénea.

Si te olvidas no pasa nada, pero podrás notar que la fermentación no es pareja; la leche será más espesa cerca de los pajaritos y líquida en las otras zonas, así que podría tomar más de lo sugerido para lograr la fermentación completa. Revolverlos permite que entren en contacto con leche nueva, se alimenten de ella y la fermenten.

Ojo con la sobrefermentación

Cuando dejas fermentar el cultivo más de lo recomendado, el resultado es una leche sobrefermentada, con el suero separado del resto. Aunque esto no es malo para tu salud, sí puede hacerle mal a los búlgaros de leche. Si te pasa esto, enjuágalos con agua filtrada o leche, vuelve a usarlos normalmente y ajusta la temperatura o proporción de búlgaros para que no ocurra de nuevo.

Pon atención al entorno

El kéfir de leche es sensible a la temperatura: puede volverse muy activo con el calor y lento con el frío. Tener esto en cuenta puede ayudarte a evitar la sobrefermentación, dañina para el cultivo. También te recomendamos evitar el sol directo y las corrientes de aire.

Encuentra la proporción adecuada de búlgaros y leche

Mientras más búlgaros, más rápida será la fermentación. En general, lo recomendable es entre 10 y 150 gramos de gránulos por cada litro de leche. Una cucharada de nódulos equivale a 20-25 gramos. Ten en cuenta este consejo para evitar la sobrefermentación, o si deseas acelerar tu cultivo.

Si tu cultivo crece muy rápido y no quieres hacer grandes cantidades de kéfir de leche, lo mejor es probar otras formas de aprovechar tus búlgaros de leche.

Observa y conoce tus búlgaros de leche

Ya que todos los cultivos son distintos, el mejor consejo es que aprendas a conocer el tuyo y reconocer cómo le afectan los cambios que hagas.

Por ejemplo, la forma en que lo tapas puede cambiar su sabor. Si lo dejas más abierto ingresa oxígeno, que es aprovechado por las levaduras del kéfir, pudiendo resultar una leche fermentada con burbujas (efervescencia). Por el contrario, si lo cierras completamente predominan las bacterias ácido lácticas, obteniéndose un resultado sin efervescencia y quizás de sabor algo más ácido.

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